Silvia Alejandra Beccaria nació en la Ciudad de Buenos Aires, el 22 de noviembre de 1973, creció en un entorno alejado de manifestaciones artísticas.
Su padre, Licenciado en Kinesiología, su madre y su hermano dedicados a la actividad comercial.
Sin embargo desde muy temprana edad ella mostró una fuerte inclinación por las artes.
De gran sensibilidad, Silvia Alejandra no sólo se acercó a las artes plásticas; también incursionó en artes dramáticas, participando en varias obras teatrales. En su adolescencia se volcó a la
literatura, escribiendo infinidad de poemas
y relatos, con los que participó en varios
talleres literarios.
Su espíritu inquieto y explorador la acercó también a la fotografía, dedicándose en su adultez al diseño gráfico, actividad que encuentra muy relacionada con las artes plásticas ya que diseño gráfico es comunicación visual y para ella una obra tiene que ?hablar?, es decir comunicar algo más de lo que meramente uno observa.
Silvia Alejandra, ha desarrollado sus estudios especializados en dibujo y Pintura en el Instituto Paler, bajo la orientación de la artista plástica María Esther Palermo, obteniendo el título de Profesora de dibujo y Pintura en el año 1997.
Egresada como Diseñadora gráfica en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires en el año 2000, mecha en alguna de sus series elementos gráficos, como fotografías y tipografías en las composiciones de sus obras.
Ha seguido con sus estudios ingresando a la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón en el año 1998, donde desarrolla un intenso y particular cambio de rumbo en su obra.
Fue invitada a participar de varias exposiciones y participó de diversos concursos, obteniendo en 1997 una Mención de Honor en la Muestra Colectiva
Amarra II.
Podemos ver en su trayectoria un marcado paso de un realismo figurativo a un surrealismo figurativo.
Las obras: Aferrada a la vida. Pensamientos. Atormentada
Muestran una gran intensidad en su expresión artística (dramática, crítica, nostálgica), con la resultante de una pintura de gran madurez y sobriedad plástica. Esto se puede ver a lo largo de su obra creando una huella que unifica las diversas etapas de su producción.
Estas palabras la describen tal como es, siendo honesta en su producción artística, en continua ebullición, con un gran potencial creativo que la lleva a no estacionarse preguntándose y buscando
las respuestas, dentro de las distintas etapas
de su producción que sigue con el carácter fuertemente expresivo.
POR: CAROLINA LANDA (Crítica de Arte)